Continente y contenida III

Continente y contenida es el título de una serie de obras que desde las performances que ella misma realiza, la artista crea composiciones entre la imagen fotográfica resultante además de la pintura y el dibujo. El juego de palabras viene a transmitir la sensación de estar constreñido, encorsetado dentro de algo. Se trata de una reflexión sobre cómo la imagen de la mujer y la feminidad está sujeta a unos cánones que actúan desde los medios y la publicidad de forma subliminal y nos dirigen la mirada y nuestros roles sin darnos cuenta.

En Continente y contenida (II y III) hay un juego de límites entre el lleno y el vacío. La fotografía transferida a tela proviene de un registro fotográfico de performances hechas por la artista en las que explora diferentes formas de modificar su cuerpo, piel y posturas en función de diferentes materiales adheridos al cuerpo que no son habituales y que no estamos acostumbrados a relacionar con ser ni estético ni cómodo (cada cultura o sociedad desarrolla su propio código). La relación que se establece entre los espacios con la fotografía refieren al “continente” como espacio habitado. Esto es toda aquella frontera que delimita nuestro cuerpo (idioma, país, sexo, etc); por otro lado aparece “lo contenido” en y de aquello entendido como lo femenino enmarcado dentro de ese continente, el cuadrado, lo racional, lo impuesto. El límite o frontera representada por los campos de color, las partes, cortes y uniones representan aquello invisibilizado, despreciado, rechazado o impuesto.

En Continente y contenida II los globos representan un guiño a la cirugía estética en que en muchos casos se usan este tipo de formas para transgredir el cuerpo y generar otro continente. Quitar o poner. El dibujo se introduce desde la línia simple como un gesto expresivo sin sonido ni movimiento reales. Completa en algunos casos el continente, en otras, el sentimiento de estar contenida.